el gran vecino

ya un tiempo hace que quiero escribir sobre la película “Mi vecino Totoro”. una preciosa obra de animación japonesa, un tesoro dentro de las producciones del Studio Ghibli, y de su director Hayao Miyazaki.

la película nos presenta a Totoro, un espíritu del bosque, que sólo puede ser visto por niñ@s. precisamente, son unas niñas que llegan a vivir al campo, justo al lado de un enorme alcanforero (árbol de esa zona) hogar de estos espíritus, quienes lo descubren y se hacen amigos de inmediato… creo que es imposible no querer a Totoro de inmediato.

casi la mayoría de los pasajes se me quedaron grabados al instante en la memoria, están tan bien hechos, y tienen ese “no se qué” del arte y cosmovisión de “lo japonés” (o japonés clásico) que se me hace atractivo. (mezclas de respeto, misterio, nostalgia, admiración, inocencia, cotidianeidad, alegría, profundidad, fugacidad, por lo que es el mundo y las personas). creo hay dos que son lo más populares, uno es la escena donde todos tocan ocarinas, y otro el de las gotas de lluvia.

para mí, es una de las que no hay que dejar de ver, imperdible, más que el Rey León o Monsters Inc. o Shrek (dentro del género “infantil”).

(es apta para todo niñ@ atemporal, así que si no lo eres no la veas, pues en cualquier caso no podrás ver a Totoro, ni a Chu Totoro, ni a Chibi Totoro, tampoco al Gatobús, ni menos a los Duendes del polvo… exagero… sí, puede que los puedas ver en la pantalla, pero quizá no te guste la película.)